top of page
  • Foto del escritorNelson Molero Ferre

La travesía de emprender

Emprender es una larguísima travesía para la que básicamente no todo el mundo está preparado.

Es una frase que comento siempre que puedo cuando se habla de emprendimiento, y cuanto más pasa el tiempo mas me reafirmo en ella. Y no digo esto por cualquier cosa, si no porque realmente pienso que hay que estar un poco majareta para jugártela y emprender 'de verdad' con todo lo que conlleva.

Es muy fácil caer en la ilusión del emprendimiento que nos proyectan desde fuera cuando nos enseñan empresarios de éxito, proyectos que han levantando mucho capital o las múltiples cualidades como la flexibilidad, ser tu propio jefe, etc. Pero la pura realidad es que este camino no es nada fácil, de hecho es probablemente de todas las opciones es en el que más baches en el camino vas a tener que solventar.  Es como jugar en modo experto en un videojuego sin haber tenido apenas tiempo de practicar.


Es muy fácil caer en la ilusión del emprendimiento que nos proyectan desde fuera

Emprender significa que vas a estar durante muchos años sometido a una presión mental enorme que es difícilmente comparable a la mayoría de los trabajos, ya que en este caso serás responsable en gran parte de que llegue el dinero a casa o que puedas pagar las nóminas de tus compañeros. Las situaciones (y decisiones) complicadas vas a tener que hacerlas frente tú mismo y los problemas no desaparecen cuando acaba tu jornada. Este tipo de cosas que suenan tan banales, no lo son, ni mucho menos y la gente que hemos pasado por situaciones realmente complicadas en un proyecto no lo recomendaríamos ni a nuestro peor enemigo.


Algunos os preguntaréis, si todo es tan negativo entonces ¿por que emprendes?


Considero que hay gente que está hecha para emprender, ya que tiene un nivel de curiosidad y de querer tener un impacto tan fuerte, que es complicado que puedan conseguir eso en la mayoría de los trabajos. Con esto no quiero decir que trabajar para terceros sea algo malo ni mucho menos, de hecho en mi caso el haber tenido experiencias previas en empresas más consolidadas o en pleno crecimiento me ha ayudado muchísimo a ser mejor emprendedor por todo el aprendizaje obtenido y he conocido gente increíble que de alguna manera me ha ayudado de manera directa o indirecta en esta travesía.‍

También es una realidad que cada avance que vas consiguiendo es enormemente gratificante, todo lo vives como cuando a un niño le regalan un caramelo.  Es algo que engancha, que cada vez que consigues un pequeño hito ya estas pensando en el siguiente. El aprendizaje que obtienes es simplemente bestial, tanto a nivel profesional como personal. Empiezas a valorar mucho mas cosas que antes no le prestabas ninguna atención.

Personalmente, sin considerarme un emprendedor de éxito ni mucho menos, creo que el simple hecho de haber contribuido a llevar una idea a una realidad y que esta se haya ido haciendo cada vez más grande hasta que haya conseguido repercutir y calar en otras personas, me ha parecido una de las mejores sensaciones de mi vida y de las cosas que más orgulloso me puedo sentir sin lugar a dudas.

Llevar un proyecto al “éxito” requiere de muchísima constancia, sacrificio y ganas

Cuando emprendes te das cuenta lo importante que es tener ganas de aprender, mejorar cada día, echarle valor, o incluso tener la capacidad de asumir tus errores para aprender de ellos y cambiar el rumbo cuando sea necesario. Me gusta echar jarros de agua fría sobre la realidad del emprendimiento para que la gente no se piense que esto es un camino de rosas ya que conseguir llevar un proyecto al “éxito” requiere de muchísima constancia, sacrificio y ganas.

Aun así, siempre voy a recomendar a la gente que emprenda en algún momento de su vida, aunque sea en algo pequeño, sin un gran afán de hacerse rico, ya que los aprendizajes que obtienes por este camino son bestiales y es una experiencia vital que sin duda merece la pena ser vivida. Espero que nos encontremos muchos más por esta travesía y que consigamos llegar a buen puerto, y si no, siempre te quedará la posibilidad de volver a emprender un nuevo rumbo.

Me siento muy afortunado de hace unos años haber comenzado con este proyecto de Spanish Startups donde he podido trabajar junto a gente increíble y de estar ahora metido en otro proyecto (Montchis) junto a un gran amigo en el que hemos ido aprendiendo las reglas del juego de un sector completamente desconocido para mí. Estoy seguro de que en el futuro tendré nuevas travesías que recorrer y cada vez podré hacerlo más confiado gracias al camino recorrido anteriormente.

1 visualización0 comentarios
bottom of page